jueves, 1 de julio de 2010

Solo una persona mas...

Quemándose por dentro y sonriente por fuera. Radiosa pero con la desidia matándola.
Tiesa, fría y sorda. Se encuentra enmudecida por tantas mentiras. Es que supo creer en la gente, hasta que sintió en su propia piel la crueldad de los sentimientos simulados.
Ya no busca miradas, no intenta escuchar latidos, no se paraliza ante el dolor.
Ermitaña en el mundo de la comunicación, las cercanías y las imágenes frenéticas.
Peregrina sin equipaje, sin salidas, sin voz…
Si su mente sonara se acobardarían sus jueces de vida. Es que está cansada de hablarle a las rocas y permite que todos sigan sin importarle el más allá o más acá.
Tiene presente que nada es definitivo ni determinante, aunque sus genes llevan tallados algunas ideas, disposiciones y razones de ser.
Casualidad, destino y suerte no le preocupan. Sigue su camino e intenta no mirar atrás.
Su alma moribunda le pide un descanso, sus pies torpes siguen desalineados por donde se encuentre su cuerpo y su cabeza es un tema aparte.
Le teme a las arrugas sin vida, al olvido forzado, a las lágrimas sin nombres, a las despedidas definitivas y por sobre todas las cosas al dolor de amor.
M.A.L

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